El desarrollo infantil está lleno de cambios que se van sucediendo en relación a los aspectos físico, cognitivo, emocional y social.
Los niños crecen y, con ellos, sus emociones que se vuelven cada vez más complejas. Nuestro acompañamiento en esta etapa es fundamental para proporcionarles recursos. Hablar del desarrollo emocional es hablar de la construcción identitaria que cada niño, de su autoestima y de su seguridad.
Al nacer, los niños tienen unas primeras emociones muy básicas y que se irán desarrollando. Conocer las etapas de su desarrollo emocional nos permite acompañarlos mejor en cada momento.
Veamos las etapas del desarrollo emocional e infantil:
- El llanto es la primera forma de expresar que tiene el bebé, con él, manifestarán lo que desean o su incomodidad. El llanto capta la atención de los adultos y hace que saciemos sus necesidades. Es así como los bebés empiezan interactuar con el mundo exterior y su tono emocional se irá diferenciando en base a cómo nosotros respondamos
- Entre el cuarto y el sexto mes, empiezan a responder a las caras que les rodean, a los gestos y miradas. Balbucean mucho más y aumenta su necesidad de comunicarse. En esta etapa empieza a distinguir expresiones faciales de alegría, enfado, tristeza y hasta puede llegar a imitarlas
- Al séptimo mes conoce mejor su espacio y reconoce a las personas que lo rodean, eso también provoca que reaccione negativamente ante rostros desconocidos. Empiezan a mostrar más interés por otros juguetes y se comunican mucho más. En esta etapa la madre se va separando un poco más del bebé, para minimizar el sentimiento de separación es importante mantener un vínculo organizado y estable con ella
- A los 10 meses imitan todo lo que pueden, sobre todo los gestos de la cara y las emociones, es así como aprenden a diferenciar las reacciones de los adultos. Empiezan a comprender mejor las bromas que les hacemos y se vuelven más graciosos, sobre todo en presencia de los adultos. También empiezan a tener actitudes que buscan provocar reacciones en nosotros (como ofrecernos algo para retirarlo justo después) con el fin de sentirse reconocidos y aprender a repetir las acciones que crean adecuadas
- Sobre los 13 meses su manera de conocer el mundo dependerá del cuidado y sostén que hayan recibido. Se vuelven más perceptivos, estarán alerta de nuestro estado emocional y eso afectará a su manera de jugar o reír. El mismo amor que se les da, lo proyectarán, imitando y expresando esas mismas emociones. Se va desarrolla el sentimiento de “todo es mío” debido a la atención recibida, es una etapa de transición y es completamente natural
- Alrededor de los 20 meses, los bebés han ido adquiriendo más independencia y quieren hacer muchas cosas por si mismos, pero aún siguen siendo dependientes y necesitan la ayuda del adulto, algo que a veces les puede crear cierta frustración. Aquí empiezan las pataletas, una reacción que les permite expresarse con todo el cuerpo, debemos recordad que el lenguaje corporal es su forma de expresarse ya que todavía no pueden hacerlo bien con palabras. En esta etapa también descubrirán una de sus palabras favoritas ¨NO¨ y aparecerán los celos.
- A los 24 meses empezarán a sentir un conflicto entre su grado de autonomía y las pautas marcadas por el adulto. No poder gestionar sus emociones les causa angustia y frustración al, algo que a veces puede acabar en una rabieta y aprenden que sus acciones tienen una reacción del adulto. El juego simbólico cobra gran fuerza en este proceso, los niños ya empiezan a jugar mucho más y de una manera muy funcional, algo que les permite proyectar y descargar sus emociones. También despiertan su interés por el arte y la lectura y es el momento de ayudarles a reconocer sus emociones
