La celebración de la Navidad está próxima y los más pequeños y, no nos engañemos, también los mayores esperamos con impaciencia estos días. Recuperar un poco la inocencia, los reencuentros y la ilusión son algunas de las emociones que nos acompañarán. Nuestros hijos, con su gran curiosidad y capacidad de aprendizaje, serán partícipes de estos momentos, una preciosa oportunidad para iniciar o ahondar en valores tan vitales como el amor, el respeto, la generosidad y la empatía.
Preparar el árbol, el belén o el Tió, son momentos en que los peques se involucran y disfrutan del proceso en familia construyendo grandes vínculos. Es una gran oportunidad para potenciar los lazos familiares, creando vínculos sólidos y seguros con nuestros seres queridos. Compartir momentos tan especiales con familia y amigos fortalece, en nuestros hijos, el sentimiento de pertenencia tan importante para ellos.
A medida que van creciendo van participando en la Navidad de forma distinta según su nivel de maduración:
Pasarán por distintas emociones: sentirán ilusión al ver luces, decoraciones de fantasía y el factor sorpresa, tan motivador para los más pequeños, les hará estar pendientes de lo que vaya a pasar y de los regalos que recibirán.
La Navidad nos trae amor y nos permite transmitir valores de una forma muy especial. Nuestros hijos, inconscientemente, empiezan a percibirlo, observan como compartimos con otras personas, como preparamos los obsequios y comidas con amor e ilusión y, sobre todo, la unión familiar que se vive. Todas estas emociones positivas se contagian y les hace desarrollar interés por estas fechas y muchas ganas de ser partícipes.
¿El mejor regalo? Que sea cuál sea el plan para estos días los vivamos en familia, tiempo de calidad con nuestros peques compartiendo momentos únicos. Y, para la lista de los Reyes Magos o Santa Claus, aquí tenéis nuestra guía de juguetes de 0 a 3 años.
Pequeño recordatorio: en estos días puede que las rutinas y horarios se vean alterados. Debemos ser flexibles, es parte del momento y es natural que ocurra. Una vez más, seamos pacientes, mantengamos la calma y ayudémoslos anticipándoles lo que viene cada día.
Por último: ¡Disfrutadlo, vividlo, compartidlo! La Navidad es una época mágica que pasa en un suspiro. Festejemos. Seamos un poco menos adultos y contagiémonos de esa mirada que tienen los niños.
¡Todo el equipo de Happy Way os deseamos una muy feliz y mágica Navidad!
P.D.: Os invitamos a hacer muchas fotos para crear un lindo álbum de grandes recuerdos que os permitirá recuperar un poco de esa magia navideña a lo largo del año que vendrá.