Ni niñas de rosa, ni niños de azul: fomentar la igualdad de género desde la primera infancia

¿Cuántas veces has descubierto el sexo de un recién nacido por el color de su ropa? O ¿cuántas veces has visto en la televisión anuncios de juguetes en los que la protagonista es una niña si hablamos de muñecas o un niño en el caso de carreras de coches? Teniendo aún tan arraigados estos conceptos en nuestra sociedad. Hoy, hablamos sobre cómo ayudar a que nuestros hijos crezcan en un entorno libre de estereotipos de género.

Comienzan a descubrir si son niños o niñas

En nuestra cultura es común que los pequeños asocien al sexo significados y estereotipos que van asumiendo y aprendiendo a medida que van creciendo y su relación con el entorno es mayor. Alrededor de los 2-3 años, los niños comienzan a descubrir las características particulares de su cuerpo en diferencia a los cuerpos de género distinto, estas diferencias son puramente físicas, del resto se encarga el ambiente y entorno en el que el niño se cria.

Cada pequeño construye el significado de ser niña o niño a través de la observación y de los mensajes que recibe sobre qué es propio o impropio para cada sexo. En el día a día, los niños se encuentran con muchos mensajes estereotipados, en ocasiones muy sutiles, pero que implican que haya una barrera a la hora de desarrollarse libremente en un futuro.

¿A qué tipo de mensajes nos referimos?

  • En muchas ocasiones, los padres ejercen contacto físico más “bruto”  (cosquillas, golpeteos) con los hijos y más “delicado” (besos, abrazos) con las hijas. Se aprende por tanto que el modo de expresión con unos y otros es diferente.
  • Captan el rubor de algún adulto cuando dos personas del mismo sexo se abrazan o besan, por lo que aprenden que dos niños o dos niñas no deben expresarse de ese modo.
  • Los adultos en ocasiones sienten malestar dependiendo del juego que esté teniendo el niño. Por ejemplo que un niño juegue con un carrito de muñecas no gusta siempre. Por lo que los niños aprenden que ese juego es sólo de niñas y eso se proyecta al futuro.
  • Expresiones del tipo “dile a mamá que te lave esa camiseta” o “mamá tiene que coser este botón”, son señales de que existen ciertas tareas en casa que son obligatoriamente propias de las madres y no de los padres.
  • Escuchan cuentos en los que los personajes protagonistas y valientes son pertenecientes al género masculino y las niñas o mujeres son las que esperan sentadas a que llegue el príncipe azul.

La sociedad va cambiando poco a poco y nuestros pequeños también tendrán la oportunidad de ver por la calle dos hombres abrazados, dos mujeres que se besan, abuelos que cuidan de sus nietas, madres que van a trabajar, mujeres que llevan el pelo corto y hombres que se lo dejan largo. Esto les dará la oportunidad de conocer otros modelos de ser hombre y mujer menos estereotipados, lo que les permite crecer con mayor libertad. Aún así, queda mucho recorrido en un mundo en el que los esterotipos están en cada campaña de publicidad, en cada anuncio que vemos e incluso en la cabeza de cada uno de nosotros.

Hablemos de cuentos infantiles

El cuento es la primera toma de contacto de los niños con la literatura. A través del cuento se inculcan valores dominantes, y se socializa a los niños, es uno de los recursos más importantes y potentes del que padres y maestros disponemos. La primera toma de contacto suele ser con los cuentos tradicionales, esos cuentos cargados de fantasía y tan integrados en nuestra sociedad.

Pero las investigaciones nos muestran el alto contenido sexista que encontramos en estos inofensivos cuentos infantiles. Como por ejemplo:

  • Ellas son las que esperan, cosen, limpian, quedan al cargo del cuidado de alguien…
  • Ellos son valientes, viajan, rescatan a la mujer…
  • La finalidad del cuento en la mayoría de las ocasiones se encuentra en casarse con el príncipe azul y convertirse en reina o princesa.

Por suerte, estos cuentos tradiciones tienen una segunda oportunidad y cada vez podemos encontrar más y más cuentos infantiles que nos hablan de valores reales y coherentes con la sociedad en la que vivimos. Un ejemplo es una colección muy interesante titulada “Érase dos veces…” donde el papel de la mujer en el cuento clásico ha dado un gran giro y podemos encontrar a protagonistas valientes, que no esperan a que las rescaten y que se niegan a depender del hombre. Son cuentos recomendados en la mayoría de las ocasiones para mayores de 4 años, pero merece la pena tenerlos en mente para cuando nuestros pequeños crezcan.

Leímos, en un artículo que la asociación de padres y madres de un colegio de Barcelona, había decidido retirar de la biblioteca infantil del centro más de 200 cuentos por su alto contenido machista y cargado de estereotipos. Las familias argumentan que en la etapa tan temprana los niños no tienen capacidad crítica y pueden absorber y asimilar con naturalidad comportamientos machistas. Por otro lado, existían opiniones respecto a la necesidad de no borrar esta parte de la literatura ya que, y cito textualmente  “Todavía hay mucha ratita que limpia la escalera o que lleva la carga del hogar, así que es normal que estos libros existan y que reflejen esta realidad. No podemos esperar que ahora mismo todos los libros sean transgresores. A lo mejor le estamos pidiendo a la literatura que vaya por delante de la sociedad”. ¿Es cierto que pretendemos ir por delante de lo que somos como sociedad o es necesario que comencemos a movernos y a realizar acciones como la de la asociación de padres?

Claves para evitar actitudes sexistas en la primera infancia

La educación dentro del núcleo familiar es imprescindible para que los niños adquieran actitudes más tolerantes, respetuosas y más igualitaria. En el día a día existen pequeños microhábitos que aún siguen siendo potenciales y que podemos ir cambiando, como por ejemplo:

  • Repartir las tareas del hogar: En la mayoría de las familias sigue siendo responsabilidad de la madre este tipo de tareas aunque ambos progenitores trabajen
  • Expresar sentimientos. Si desde el entorno familiar ambos progenitores expresan sus sentimientos, estamos reduciendo el tópico de que los hombres no lloran, por ejemplo
  • Evitar lenguaje sexista: El lenguaje no es una creación arbitraria de la mente humana, es un producto social que influye en la percepción de la realidad
  • Elección de actividades extraescolares: Darle la oportunidad de que hagan lo que quieran hacer. No dar por hecho que las niñas tendrán que elegir danza o baile y los niños hacer deportes
  • Juguetes: Una de las fuentes de discriminación más extendida en la primera infancia. Si las niñas son las que reciben juguetes tipo “cocinitas, carritos de muñecas…” se está enseñando a los niños que cada uno tiene asignado una serie de roles. A la hora de jugar cada uno puede usar libremente cada juguete desarrollando su imaginación y creatividad que se eso se trata

El mundo de los esterotipos y la desigualdad de género en nuestra sociedad es un tema actual, que genera controversia y sobre todo delicado donde parece complicado avanzar, os dejamos un enlace a una charla TED que sin duda os recomiendo que escuchéis https://bit.ly/3eDakOy

Y vosotros, ¿qué hacéis en el día a día para reducir estos estereotipos? ¿Os habíais parado a pensar en este tema? ¡Os leemos!

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